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Panamá ha sido la super estrella del crecimiento en Centroamérica

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Crecimiento
La región de Centroamérica alcanzó cierta estabilidad macroeconómica desde los años 90 hasta la pandemia, pero el crecimiento no fue suficiente para cerrar las brechas de los ingresos.

 

Sin embargo, no todas las historias son iguales. Panamá ha sido la súper estrella del crecimiento, al demostrar una tendencia sostenida desde los años 50. destacó Jorge Thompson Araujo, gerente de práctica de Macroeconomía, Comercio e Inversión del Banco Mundial de Latinoamérica, al evaluar la historia previa con la cual los países de la región entraron en la crisis sanitaria global.

Resaltó que la transferencia del Canal a Panamá, le permitió beneficiarse del creciente comercio mundial y aprovechar su posición geográfica para convertirse en centro logístico, comercial y financiero.

Estos datos fueron compartidos en el contexto de la presentación del informe del Banco Mundial, desatando el potencial de crecimiento de América Central, el pasado lunes 26 de abril.

De manera general, el documento establece que Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Panamá, “pueden incrementar la productividad de sus economías y su fuerza laboral para recuperarse de la mayor recesión económica en su historia —causada por la pandemia y exacerbada por el paso de los huracanes Eta e Iota— y avanzar hacia un crecimiento económico firme y sostenible”.

Carlos Felipe Jaramillo, vicepresidente del Banco Mundial para América Latina y el Caribe, quien abrió el evento, destacó el esfuerzo de los países de Centroamérica por revertir los efectos de la pandemia.

Sin embargo, la crisis “ha sido muy fuerte, no solo en materia sanitaria sino también desde el punto de vista económico y social”.

Dijo que la tasa de pobreza ha incrementado más allá del 40% entre los años 2019 y 2020 en la región. De hecho, 2.5 millones de personas cayeron en la pobreza, elevando el número total a 20 millones de personas.

Observa que para revertir estas dramáticas estadísticas, se requiere llevar el Producto Interno Bruto (PIB) a una cifra de 3.5% a 4.0% anual, en una estrategia que incluye incrementar el ritmo de crecimiento de la actividad económica y la productividad.

Uno de los ejes centrales para Centroamérica, afirmó, es el comercio, materia en la cual no se ha avanzado desde hace 20 años, con un coste no arancelario, caso del transporte de mercancías, que se mantienen elevado.

El estudio también aborda áreas relevantes como la necesidad de priorizar en inversión en capital humano, infraestructura y hacer más flexible el mercado laboral.

En la parte institucional, “mejora el estado de Derecho, los derechos de propiedad, la transparencia y el clima de negocios”.

En infraestructura, “impulsar la inversión para cerrar las brechas física y digital”.

En el área financiera, “profundizar el mercado financiero, en particular dirigido a pequeñas y medianas empresas”.

Hay otros datos claves expuestos en el informe del BM:

“Los costos para el comercio son altos en América Central, equivalentes a aranceles de hasta 74%. Los costos de transporte también son altos, de $0,17 por tonelada-kilómetro, por encima de $0,06-0,11 en África subsahariana y $0,02-0,05 en las economías avanzadas. Se estima que la plena implementación de los acuerdos de facilitación del comercio de la Organización Mundial del Comercio (OMC) reduciría los costos comerciales en 15,5%, aumentando el comercio intrarregional en 61% y el PIB de la región en 4,3% para 2030”.

Si se amplía esta reducción de costos comerciales a México, el comercio entre Centroamérica y México crecería 130% y el PIB de América Central aumentaría en 6,7% para 2030.

Se necesitan grandes proyectos de inversión, pero éstos requieren reglas claras, instituciones capacitadas, disponibilidad fiscal y alianzas con el sector privado.

Modernizar los códigos laborales con el fin de adaptarlos a situaciones híbridas en la pos-pandemia.

Melvin Redondo, secretario general de la Secretaría de Integración Económica Centroamericana (SIECA), destacó que la región está trabajando en dos cadenas: la vinculada con el sector turismo y la del cacao.

Alrededor de 50 cadenas regionales de valor están identificadas en Centroamérica y requieren algún grado de intervención oportuna para sacarlas adelante.

Anunció que la región cuenta con una política marco de movilidad y logística que apunta a poder construir un plan regional de infraestructura regional.

Esta necesidad es urgente porque ya comienza a dinamizarse el comercio, pero filas en los puestos fronterizos y embotellamientos limitan el desarrollo de las cadenas de valor de un comercio intrarregional que es 95% terrestre.

El secretario general del SIECA considera que la fórmula del éxito de la integración requiere que los países de la región estén colaborando entre sí y no compitiendo entre sí.

Fuente: Capital Financiero

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